Sálvese quien pueda

Arranca el año 2020, la ola de cambios seguirá como un Tsunami interminable, frases como esta suenan todo el tiempo a nuestro alrededor y las empresas grandotas y chiquitas seguimos buscando cómo abrirnos paso en la era del cambio tecnológico.

La mayoría de las empresas seguimos un rumbo más reactivo que proactivo, pues nos vemos inmersos en la alta presión competitiva que nos apura a sobrevivir frente a la presión que ejercen clientes incómodos que tienen toda la información al alcance de su teléfono para compararnos y pedirnos más por menos.

Desde este espacio compartiremos algunas reflexiones propias a propósito de la lectura del libro ¡SÁLVESE QUIEN PUEDA! de Andrés Oppenheimer. Esperamos que sean interesantes para nuestros lectores y que sean un faro que oriente el rumbo de sus empresas en la era de la AUTOMATIZACIÓN.

La revolución industrial marcó la historia de la humanidad al acelerar los procesos de innovación tecnológica en las industrias. Sin embargo, aunque se eliminaban empleos artesanales, se generaban más posiciones laborales que superaban la baja productividad de los artesanos. En otras palabras, siempre hubo más empleos de los que se perdían con el cambio tecnológico. Pongamos unos ejemplos:

  • Muere fábrica de carruajes tirados por caballos y los empleos que conlleva
  • Surge fábrica de autos en serie y se crean más empleos
  • Muere industria de alimentos producidos por campesinos tradicionales
  • Surge industria agropecuaria de alta tecnología y se generan más empleos.

Sin embargo, la evidencia muestra que el paradigma está cambiando. Los cambios tecnológicos eliminan puestos de trabajo que no son reemplazados gracias a la automatización que genera la tecnología. A continuación 3 ejemplos de industrias relacionadas en un punto en el tiempo: 

Ejemplos de empleos que ya no existen o que están permanentemente expuestos a reducciones de plazas laborales

 

  • Elevadoristas
  • Operadores telefónicos
  • Carteros
  • Agricultores
  • Lectores de electricidad y agua
  • Agencias de viajes
  • Obreros
  • Secretarias
  • Meseros
  • Reporteros
  • Personal bancario
  • Médicos
  • Abogados

Desde nuestra posición de asesores digitales de empresas, somos testigos del impulso que da a nuestros clientes la comunicación digital y al mismo tiempo de las barreras que detienen a los directivos para dar sus primeros pasos en la modernización digital.

Finalmente, nosotros no diríamos únicamente “Sálvese quien pueda”, parafraseando vale también decir: Sálvese quien SEPA.

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